lunes, 31 de octubre de 2011

El Cuerpo de Anabel

Anabel, tu cuerpo
es un arte líbido


Emerges de la nada, Anabel,
Desnuda ante mis ojos de neblí.

Emerges, Anabel, con tus pálidos senos
De nácar delicioso.

Anabel, hemorragia de nauseas subyacentes
Que brotan de la alcoba de mi pecho;
Yaces en los brazos de Morfeo;
Y yo, te veo dibujada en la mentira
Del mitómano más perfecto.

Anabel, déjame escalar por tu muslo,
Lamerlo, libar de su sudor etílico,
Déjame ver tu sexo húmedo.

Sin embargo, Anabel,
Déjame por última vez
Sentir la soledad que me corroe,
Ver su rostro senil,
Su carne flácida,
Déjame verla,

Para que cuando tú ya desvanezcas,
En Ítaca, exista aún, aquella Penélope.

Anabel, déjame ver tu pubis noctámbulo,
Dormir en el monte venus de tu misericordia,
Porque has sido tú, Anabel,
En mi vida,
La mentira más linda
Que ha podido existir.